lunes, 7 de julio de 2008

Cuidado con el Estado del Buque o Buque del Estado ¿o?



La ciudad de Bahía Blanca, tiene el puerto de aguas profundas más grandes del país, como así también el mayor polo petroquímico e industrial (aún superior que el peligroso y contaminado Dock Sud de la provincia de Buenos Aires). La comunidad aprendió a vivir con este monstruo que perjudica el aire, el suelo y la ria.
A mediados de este año se comenzó a barajar la idea de que buques con gas licuado tocaran puerto en la ria de Ingeniero White. Pero ¿para que queríamos los bahienses gas licuado si nunca sufrimos la falta del mismo? Aparentemente este producto iba a ser utilizado para el consumo, en la ciudad de Buenos Aires, y como la única entrada para estos buques era por el puerto bahiense, llegarían a aguas locales.
Este “proyecto”, del cual se dio poca información y se realizó muy rápidamente, poco a poco fue tomando conocimiento público y esto trajo la preocupación de la sociedad principalmente la de Ing. White.
En diferentes asambleas y encuentros, se discutieron los perjuicios de este proyecto (que al mismo tiempo plantea crear una planta de regasificadora), comandadas por el Doctor Pucci (ex Vicerrector de la UNS), el señor Feran (Perito Naval y Marino Mercante), y los señores Tome y Martínez Falcón.
Estas cuatro personas son las encargadas de representar en las asambleas públicas, mediante estudios y diapositivas los daños que podría causar un trasvaso de gas de buque a buque (como el que se esta realizando en estos días) y el de la implementación de una planta regasificadora cerca del polo petroquímico y de la comunidad de Ing. White. En estas exposiciones que realizan cuentan, como el proyecto fue realizado rápidamente para que no tomara conocimiento público y no se diera mucha información del mismo. Además explican que este es un negocio entre privados y el estado, ya que el proyecto de la planta fue impuesto y en ningún momento fue debatido en el HCD. Al mismo tiempo esta imposición, va en contra de ordenanzas de la prefectura que no permiten que se implementen este tipo de plantas. En resumen, estas personas intentan mostrar el gran negocio que esta realizando el estado, a costas de la ciudadanía.
A esto, se le suma que en los países más normales del mundo las plantas regasificadoras se ponen lo más lejos posible de los lugares poblados, más allá de que existe una reglamentación que dice que estos monstruos deben estar como mínimo a 10 kilómetros de cualquier sitio habitado. En nuestro caso la planta estaría a casi 8.5 kilómetros de la plaza Rivadavia y el municipio de la ciudad de Bahía Blanca y a 3 kilómetros de las afueras de Ing. White. Al igual estas normativas, hay una gran cantidad que no se están cumpliendo. Pero lo que estas personas están intentando lograr es que se cumplan; ya que la planta se va a instalar porque el proyecto y el “negocio” esta hecho. De manera tal, que si vamos a hacer el papel de ratita de laboratorio como mínimo exijamos una buena jaula.
Lo más importante, es demostrar que el estado esta haciendo negocios con privados que nos perjudican. Estos cuatro especialistas en el tema, pueden demostrar casi fehacientemente que el gas licuado que se esta importando no es para la población de la capital del país, sino para las plantas petroquímicas e industriales del puerto local. En ese caso esperemos que la justicia, apoye a la comunidad y no a empresas extranjeras que lo único que hacen es contaminarnos. A menos que la justicia también participe del jugoso “trato del estado”, pero no creo que eso pase…